Empezamos nuestra luna de miel en Sudáfrica y no podíamos empezar de mejor manera que haciendo un safari fotográfico en la Reserva Natural de Pilanesberg; volamos desde Madrid a Johannesburgo, haciendo escala en París y una vez allí, tardamos unas 3 horas en llegar desde el aeropuerto de Johhanesburgo hasta Pilanesberg.
Ivory Tree Game Lodge
Ya en nuestro primer post sobre Sudáfrica, en el que os contaba la ruta de nuestro viaje, os hablé un poquito sobre este hotel, pero era necesario contaros los detalles, ya que es uno de los mejores sitios en el que nos hemos alojado.
Está situado en medio de la reserva y dispone de varias cabañas preciosas de estilo africano ( también tienen cabañas familiares ) y dentro del recinto hay una piscina donde poder darse un baño al medio día, que es cuando más aprieta el calor.
Dentro de la cabaña teníamos una cama de 2×2 con mosquitera ( aunque no había mosquitos, o por lo menos a nosotros no nos picaron… ) y en frente de la cama había un ventanal enorme por el que salíamos a la terraza, en la que teníamos vistas directamente a la reserva; tan sólo una alambrada nos separaba de la vida salvaje.
Luego teníamos la zona del baño, sí, se que podréis pensar que es sólo un baño, pero es que era un baño precioso, no sólo porque el diseño me pareciera bonito, sino porque tenía una bañera muy grande ( que cuando llegamos nos la habían llenado y pusieron por encima unos pétalos de rosa ), desde la que se podía observar la naturaleza a través de la gran ventana que tenía justo encima. Y mi parte favorita, era una ducha al aire libre; es una de las mejores sensaciones que recuerdo, ducharse de noche viendo las estrellas y escuchando a los animales que estaban fuera, era increíble.
Safari día 1 ( elefantes y leones )
Nos disponíamos a salir y nos asignaron un jeep y un ranger con el que íbamos a estar durante toda nuestra estancia allí y os aseguro que no podíamos haber tenido más suerte, nos tocó un ranger maravilloso; él nos contó que hacía unos meses había dejado su trabajo como ingeniero informático ( en el que ganaba bastante dinero ) porque no le hacía feliz y que desde que estaba trabajando como ranger su vida habia cambiado. ( Importante, a los ranger normalmente se les suele dejar propinas también, aunque hay veces que viene incluido en el precio del safari ).
Todos esos días fueron increíbles, aprendimos muchísimo, hicimos cientos de fotografías y vimos muchísimos animales; había montones de cebras, al parecer todas iguales, pero en realidad ninguna cebra tiene las mismas rayas que otra, todas y cada unas son distintas, ah y son blancas con rayas negras ( o negras con rayas blancas, jajaja ), la mayoría de los animales se pueden confundir con la naturaleza, pero a las cebras, debido a sus colores, se las ve a distancia; aunque su manera de despistar son precisamente estas rayas, juntándose todas en manada y corriendo todas al unísono intentando que sus rayas confundan al depredador.
Otros de los muchos animales que vimos fueron los ñus, nos contaron que estos animales que parecen tan delgados, usan esta característica como método de defensa, ya que las lineas que marca el pelaje simulando el marcaje de las costillas, les hacen parecer mucho más delgados de lo que realmente son, intentando así no ser atacados ( aunque de mucho no sé si les sirve ).
Un animal que nos resulto muy gracioso fue el facoquero ( o facocero ), más conocido aquí como jabalí verrugoso ( o Pumba, de la película el rey león ), debido a las verrugas que tiene en la cara; para comer la hierva del suelo, doblaba las patas delanteras ya que si no las dobla, les resulta más incomodo poder comer.
Y por fin nos encontramos con los grandes protagonistas del día, los elefantes; antes de nada, os cuento la historia de los elefantes de Pilanesberg, están considerados como unos de los elefantes mas agresivos de África ( eso fue lo que nos contó el ranger y nosotros fuimos testigos de ello ) ya que todos los elefantes que trajeron a la reserva, eran huérfanos; este grupo de crías habían sufrido la mayor experiencia traumática que puede tener cualquier cría, les arrebataron a sus padres en una cacería para arrancarles los cuernos; así que estos elefantes han sobrevivido y se han criado sin adultos y eso nunca es bueno. Además, dicen que los elefantes nunca olvidan…
Vimos un montón de manadas con elefantes ya de distintas edades, aquellos elefantes ya habían tenido crías y es una de las cosas más bonitas que he visto en mi vida.
Cuando ya nos íbamos de regreso al lodge, avisaron al ranger de que no muy lejos de donde estábamos habían encontrado un grupo bastante grande de leones; en el momento que llegamos ya no había luz, el sol se había ido y sólo pudimos ver a los leones a través de unas pequeñas linternas que llevaban los ranger, ya que cuando llegamos apagaron las luces de los jeep para no molestar a los animales. Aquello fue alucinante, estar casi a oscuras, viendo a las leonas pasar casi rozando los jeep y de repente empezamos a escuchar como aquella manda de leones de la que estabamos rodeados empezaron a llamarse unos a otros, se comunicaban, hablaban entre ellos y hoy todavía se me ponen los pelos de punta al recordarlo.
Se había hecho demasiado tarde y nos teníamos que marchar, la noche estaba totalmente cerrada y no veíamos absolutamente nada, sólo podíamos ver lo que nos alumbraban los faros y de repente el jeep se paró en seco, siguió con el motor arrancado y el ranger nos dijo que no hiciéramos ningún movimiento brusco y que estuviéramos en silencio; teníamos delante nuestro un elefante enorme, un macho solitario que estaba un poco aturdido al haberse topado con la luz del vehículo de frente.
El animal se empezaba a poner un poco nervioso y hacía movimientos con la trompa, con las patas y con las orejas para intentar amenazarnos, el ranger apagó el motor y nos explicó que era una situación complicada ya que si le daba marcha atrás al jeep, el animal podría entender que nos rendíamos y dejarnos en paz, o podría ver que había ganado y atacarnos; pero si daba marcha adelante, el animal se podía sentir atacado y huir o enfrentarse a nosotros.
Al haber pasado más de 15 minutos de tensión, pedimos ayuda por radio al resto de los ranger y vino otro jeep que se posicionó a nuestro lado, el animal, al ver que ya no estaba en igualdad de condiciones, puesto que los dos jeep juntos eran más grandes que él, decidió rendirse y continuar su camino.
El otro jeep con el que íbamos se adelantó y justo antes de llegar al lodge, el ranger paró el coche y nos alumbró hacia un árbol en el que había un camaleón ( siento que no haya foto, pero era totalmente de noche y con la cámara que llevaba no pude hacer ni una foto decente, alguna día os enseñare el video ), con mucha delicadeza, bajó al camaleón del árbol y lo estuvimos viendo de cerca, además, lo vimos cambiar de color, increíble.
Y cuando pensábamos que ya no podíamos tener más sorpresas, nos topamos con una manada de elefantes que habían parado en medio de nuestro camino, se asustaron por las luces y claro, eso tiene sus consecuencias; estábamos en la misma situación que habíamos estado apenas unos minutos antes, salvo que esta vez, la cosa era un poquito más delicada, teníamos en frente nuestra a dos hembras adultas con tres crías y os aseguro que ver a una madre defendiendo a sus hijos, es bastante violento.
Una de las hembras se llevó a las crías y la otra nos planto cara, empezó a agitar las orejas, levantaba polvo con las patas y movía la trompa como si fuera un péndulo; hizo un par de amagos de atacarnos, dando dos o tres pasos hacia adelante y barritando muy fuerte ( para quien no lo sepa, barritar es el sonido que hacen los elefantes con la trompa ); el ranger optó por mover un poco el jeep y la elefante se echó a un lado, cuando pasábamos por su lado para continuar y poder llegar al lodge de una vez por todas, intentó envestirnos y nos persiguió durante unos pocos metros.
Después de un día muy intenso, llegamos al lodge para cenar y para nuestra sorpresa nos habían preparado unas mesas alrededor de una hoguera que habían hecho en el suelo y no os podéis imaginar lo que se agradecía el calor del fuego ( normalmente, en las horas centrales del día hace calor, pero tanto a primera como a última hora se agradece llevar una chaqueta puesta ).
Cenamos de maravilla, toda la comida que probamos nos encantó, la cocina del Ivory era estupenda; una vez terminada la cena, nos fuimos a descansar, era un poco tarde y al día siguiente el despertador sonaría muy temprano…
Safari día 2 ( en busca de los Big Five )
¡Y tan temprano! Aproximadamente, a eso de las 4:00 de la mañana, nos llamaban del servicio de despertador desde recepción ( más que nada, porque somos de los que apagamos una y mil veces el despertador y al final nos quedamos dormidos ), a las 4:30 horas, nos preparaban un café antes de salir de aventura y a las 5:00 horas, nos montábamos en los jeep, dispuestos a ir en busca de los Big Five.
¿Y que son los Big Five ( o los cinco grandes )? Son cinco animales considerados de los más importantes en África, los Big Five están compuestos por el elefante, el rinoceronte, el león, el búfalo y el leopardo; la naturaleza muchas veces es caprichosa y no te aseguran verlos todos, aunque los ranger lo intentan. Nosotros no tuvimos suerte y aunque vimos montones de animales, de todas clases y tamaños, nos quedamos sin ver al leopardo; no queda más remedio que volver para poder verlo. Es tan difícil verlo porque hay muy pocos ejemplares y porque no van en manadas, son animales solitarios.
Los jeep no iban totalmente cerrados y por la mañana, a primera hora hacía muchísimo frío y aunque en seguida salía el sol, durante un par de horas, era necesario ir con chaqueta; además, nos proporcionaban una especie de ponchos con capucha para resguardarnos del frío y del aire que nos daba por el camino.
Es verdad que el ranger no iba muy rápido, pero lo suficiente como para sentir el aire en la cara; los caminos por los que íbamos, eran de tierra todos y el polvo no se notaba nada, aunque de vez en cuando, pillábamos algún bache de los grandes y saltabas dentro del vehículo ( tanto, que yo se de una que tuvo un moratón en el trasero durante una semana porque se clavó el anclaje del cinturón, si, fui yo… ).
Esa mañana nos encontramos con dos leonas impresionantes, una de ellas parecía que había sido mamá hacía no mucho y aunque las seguimos durante un buen rato, no conseguimos llegar a ver a los cachorros.
Uno de los animales que más vimos en esos días ( junto con las cebras y los ñus ), fueron los antílopes, allí llamados springboks ( que también es como se les conoce a los jugadores de la selección de rugby sudafricana ) o vulgarmente conocidos como McDonalds o hamburguesas de la reserva; esto es así ya que son uno de los animales más cazados por los depredadores y porque cuando les observas por detrás, te das cuenta de que tienen una marca de color negro en el trasero, que junto con la cola forman una M.
Entre las 9:00 y las 10:00 de la mañana, volvíamos al lodge para poder desayunar; todo el personal era maravilloso y nos trataron súper bien, el desayuno era tipo buffet, con comida tanto dulce como salada y fue aquí donde he probado uno de los mejores muffins de mi vida, toda la bollería la preparaban allí de manera artesanal y estos muffins de frutos rojos rellenos de crema de queso con chocolate blanco no se me han olvidado.
Pasamos la mañana en el lodge, primero, nos fuimos a descansar un rato y después dimos un paseo y nos sentamos a tomar algo en la zona de la piscina hasta la hora de comer, en la que nos prepararon una barbacoa. A eso de las 16:00 horas volvimos a montarnos en los jeep para hacer el safari que nos tocaba esa tarde.
Por la tarde nos encontramos con una jirafa, que no había muchas ( o por lo menos nosotros no tuvimos la suerte de ver tantas como nos hubiera gustado ), la jirafa se acercó a un lago a beber y pudimos ver como doblan las rodillas para poder llagar hasta el suelo con tanta altura. En los lagos y en otros muchos sitios de la reserva, pudimos ver un montón de aves intentando pescar. También esa tarde pudimos ver monos que trepaban por los arboles y cruzaban el camino por delante de nosotros.
Los elefantes, decidieron aparecer a ultima hora, aunque esta vez era totalmente de día y pasaron de largo para continuar su camino; eran una mama y su cría, que la seguía muy de cerca.
Cuando llegamos al lodge nos tenían preparada una mesa dentro del restaurante y cenamos a la carta, alguna vez os he contado que ha sido aquí, donde hemos probado algún tipo de comida diferente y fue esa noche cuando probamos la carne de antílope.
Después de la cena nos quedamos un rato a tomar una copa mientras estábamos en el jardín del lodge, habían puesto antorchas y había fuego iluminándolo todo, estaba precioso.
Safari día 3 ( el mejor amanecer del mundo )
Este día, nuestra guía ( y traductora ) estaba un poco indispuesta, así que no nos pudo acompañar en el último safari que tendríamos en Pilanesberg; la mayoría de la gente con la que habíamos estado compartiendo jeep los días anteriores, ya se habían marchado y fuimos sólo con otra pareja. Ella era de Costa Rica ( y después de que nos contara un montón de cosas sobre su país, tras una larga conversación; decidimos que algún día tendriamos que ir a conocerlo, todavía no hemos ido, pero lo tenemos en la lista de destinos prioritarios ) y él, era de Canadá; habían ido con su bebe de un año, por las mañanas lo dejaban con una canguro en el lodge y por las tardes, les organizaban un safari privado para ir los tres en familia.
Nos montamos todos y nos fuimos a disfrutar de nuestro último safari en esta increíble reserva; debido a nuestro nivel pésimo de inglés fue la chica de Costa Rica la que nos fue traduciendo todo lo que el ranger nos iba contando.
Fuimos durante un largo rato por un camino hasta que llegamos a uno de los puntos más altos de Pilanesberg, allí desayunamos, nos habían traído café, zumo y muffins ( ¡¡Bien!! ) y lo recuerdo como uno de los mejores desayunos de mi vida; nos sentamos en un banco mientras disfrutábamos de una de las mejores vistas que podíamos tener y entonces, amaneció. Los colores, el sol saliendo, el reflejo de las lagunas, todo era increíble.
Continuando nuestro camino, hicimos una parada en una laguna en la que pudimos ver hipopótamos; en la misma laguna convivían con otro depredador importante, el cocodrilo y al parecer no suelen tener problemas de convivencia, los cocodrilos no atacan a los hipopótamos adultos y tampoco suelen atacar a sus crías ( salvo desesperación supongo… ) ya que se enfrentarían con el resto de la manada, que están considerados una de las especies más peligrosas.
Había otro de los big five, que tampoco había hecho acto de presencia y esa última mañana pudimos verlo; era un rinoceronte negro impresionante ( parecía un dinosaurio sacado de una película ), nos contaron que la diferencia entre el rinoceronte negro y el blanco, no es el color, los dos son grises; pero el rinoceronte negro tiene el labio superior en punta y el del blanco es cuadrado.
También nos contaron, que el rinoceronte solo tiene un enemigo y no, no son los leones ni los leopardos; es el ser humano, desgraciadamente, aún se siguen matando rinocerontes para arrancarles el cuerno; unas veces son para venderlos a cambio de importantes sumas de dinero y otras veces son para usarlo como «objeto o amuleto» mágico, hoy en día, muchas tribus africanas creen que este cuerno tiene propiedades relacionadas con la fertilidad. En la reserva tienen patrullas de protección del rinoceronte, aún así, esa mañana nos enteramos que había aparecido un rinoceronte muerto muy cerca de la frontera con Mozambique… Cuando aprenderemos.
Cuando ya nos disponíamos a volver al lodge para preparar nuestra maleta y poner rumbo de vuelta a Johannesburgo, nuestros amigos los elefantes volvieron a hacer acto de presencia, aunque esta vez, a lo grande; dos elefantes estaban jugando en mitad del camino y estuvimos más de 15 minutos viendo como enredaban sus trompas y se empujaban el uno al otro, una vez terminado su momento de ocio, se dieron media vuelta y se pusieron en marcha uno detrás del otro; fue genial.
Como os recomendaba en nuestro post de consejos para viajar a Sudáfrica, viajar con guía en un safari es todo un acierto, ya que sin nuestro ranger nos hubiéramos perdido montones de animales salvajes que nos encontramos a nuestro paso y varias curiosidades sobre la sabana africana que son alucinantes.
Con toda nuestra pena, abandonamos Pilanesberg, eso si, soñando algún día con volver, aunque esta vez, en familia.
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Ains, cuanto me gusta este viaje vuestro. Sin duda África es un sueño, ver los animales en libertad, puff, un amanecer en áfrica… Pocas cosas me pueden parecer tan apetecibles.
Gracias por traérnoslo un poquito más cerca.
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Muchas gracias Silvia!! La verdad es que es todo un sueño, desde que vinimos sólo pienso en volver y no veo el momento de que nuestra peque pueda vivir esta experiencia tan maravillosa. Ojalá podáis disfrutar pronto de este viaje…
Gracias a vosotros por seguir nuestras aventuras 😘
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