El Monasterio de Piedra con niños

Paula delante de una de las cascadas del Monasterio de Piedra

Hace ya varios​ años que estuvimos en Zaragoza pasando​ un fin de semana, pero nos quedamos con una escapada pendiente por hacer muy cerquita de la ciudad. A poco más de una hora en coche nos encontramos el precioso Monasterio de Piedra, un lugar al que sin duda, merece la pena hacer una visita.

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Mapa sacado de la web del Monasterio de Piedra

 

Después de varias recomendaciones, uno de los días de Semana Santa de este 2017, decidimos hacer una visita a este importante Monasterio y pasar el día allí para poder conocerlo, fuimos con varios amigos y disfrutamos muchísimo con nuestros peques.

Info útil: 

  • Horarios y tarifas. El parque abre a diario de 9:00 a 20:00 horas de Abril a septiembre y la taquilla cierra a las 19:30 horas ( no os recomendaría ir tan tarde ). Hay dos maneras de comprar las entradas ( que incluyen la visita al parque, la exhibición de aves rapaces y la entrada al Monasterio Cisterciense ), en la propia taquilla del parque, en la que el precio por adulto es de 15,50€ y la de los niños entre 4 y 11 años cuesta 11€; los menores de esa edad, no pagan. Importante, si elegís esta opción, es probable que los días con mucha afluencia de publico, os toque esperar bastante para comprar las entradas. La otra opción​ y la que os recomiendo encarecidamente que escojáis, es la compra online de las entradas ¿Por qué? Para empezar porque os hacen un pequeño descuento ( las entradas para los adultos cuestan 13,95€ y las de los niños 9,90€ ) y lo más importante, porque comprándolas online, no tenéis que pasar por la taquilla, por lo cual, no tendréis que esperar la cola para poder entrar. Nosotros no pudimos escoger esta opción porque nos quedamos sin tinta en la impresora y es obligatorio llevar impresas las entradas. Por si os puede servir, tienen descuentos para las familias numerosas, para las personas con discapacidad y el Monasterio de Piedra, ofrece la entrada gratuita para las personas con silla de ruedas.
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Plaza de Carlos de Haes

 

  • Dónde dormir. Nosotros no nos quedamos a dormir, puesto que decidimos ir y volver a casa en el mismo dia ( aunque reconozco que fue un poco paliza, sobre todo para el conductor, pero como se suele decir, sarna con gusto no pica ), pero para los que queráis disfrutar un poco mas del tiempo allí, o simplemente descansar, podéis alojaros en su Hotel-Monumento & Spa.
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Hotel-Monumento & Spa

 

  • Calzado y ropa que llevar. Llevaros lo más cómodo que tengáis, en cuanto al calzado, yo no lo dudaría, las zapatillas deportivas o cualquier calzado cerrado que sea adecuado para andar, es perfecto, había mucha gente que llevaba chanclas o sandalias abiertas y hay que tener en cuenta que el suelo es tierra y a parte de que a mi parecer, no me resulta lo más cómodo para andar y para subir o bajar escaleras o rampas, acabas lleno de polvo del suelo ( mis deportivas todavía tienen un pequeño tono marrón del polvo que cogieron allí, y después de dos lavados, no penséis mal… ); pero vamos, que esto es una opinión personal. Y en cuanto a la ropa, algo parecido, ropa cómoda; nosotros fuimos en Abril e hizo calor durante el día como para llevar pantalón corto, aunque según iba avanzando el día, tuvimos que ponernos un chaqueta ( que llevábamos en las mochilas, cosa que es importante llevar también, una mochila, sobre todo si lleváis comida ), que también es importante, ya que en alguna zona de cuevas, el agua cae por las paredes y desde el techo, por lo cual, te mojas un poquito.

 

  • Dónde comer. El propio parque tiene restaurantes en los que podéis comer, uno de ellos es tipo bar/ cafetería, el Restaurante Piedra Vieja, en el que podéis tomar algo o parar a comer, el precio del menú aquí ronda los 14 euros. El otro restaurante, los Reyes de Aragón, tiene opción de comer a la carta y menú especial por menos de 30 euros. Nosotros, ya que eramos varias personas e íbamos con dos niños pequeños, optamos por llevar nuestra propia comida y bebida ( en cuanto a la bebida, hay varias maquinas exprendedoras con bebida fría por todo el recorrido ), llevamos un poco de todo para hacer un picnic y puesto que nos toco esperar antes de entrar, aprovechamos para comer; hay varias zonas de merenderos con mesas y sillas para poder comer, ese día también estaban llenas, así que comimos en un banquito y tiramos una manta de picnic al césped para entrar todos.

 

  • Ir con niños. Aunque se puede perfectamente acceder con carrito para los más pequeños a la mayoría de las zonas, hay otras que no están habilitadas para poder llevarlos; por lo cual, no os recomendaría que accedieseis al Monasterio con ellos ( vimos a varias familias subiendo y bajando por escaleras con el carro a cuestas ), eso sí, mi consejo es que si podéis llevar algún tipo de mochila para poder portearlos, lo hagáis, puesto que el recorrido es largo y los peques se cansan. Nuestra peque ( 2 años y medio ), fue andando la mayor parte del tiempo que estuvimos y su papi tuvo que llevarla a hombros un ratito; la otra pareja con la que íbamos, tuvo que llevar a su bebe de poco mas de un añito en brazos durante bastante parte del camino, e incluso se quedo dormido.

 

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Las pesqueras

 

  • En cuanto al entretenimiento de los más pequeños, obviamente lo van a disfrutar, es un lugar natural, al aire libre y con agua por todos lados; pero para contentarles un poquito más, hay dos parques muy chulos hechos de madera en gran parte, cosa que nos pareció ideal, a nosotros, que somos unos #parquexpertos nos encantaron; hay uno antes de acceder al recinto ( que fue el que mejor nos vino, ya que tuvimos que esperar un buen rato para poder entrar ) y el otro esta más o menos a la mitad del recorrido, en un area con bancos y un quiosco en el que poder tomar o comer algo.
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Uno de los parques del Monasterio

 

  • Ir con perros. ¡Nuestra familia de 4 patas es bienvenida! Si os apetece pasar el día con ellos, también pueden acceder al Monasterio, lo único que tendréis que tener en cuenta, es que tienen que ir atados y que hay a dos zonas a las que no tienen acceso, que son la zona de aves rapaces y dentro del Monumento. Y creo que sobra decir que cualquier desecho de nuestros perros ( al igual que cualquier basura generada por los humanos ) debe ser recogido.

 

Visita al parque

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Cascada de la Caprichosa

Como os comentaba antes, ya que no pudimos imprimir las entradas y al ser uno de los días de semana santa ( y que pronto, lo que se dice pronto, no llegamos ), había gente, muchísima gente ( pero mucha… ); al llegar tuvimos que dejar el coche bastante lejos de la entrada, en el párking que nos dijeron y desde allí ir caminando, unos 15 minutos hasta llegar. Cuando llegamos, nos pusimos a la cola, que salia de las puertas del parque y allí estuvimos más de dos horas hasta poder entrar; aprovechamos para comer y para que los niños jugaran un rato en el súper parque de la entrada. Por fin pudimos acceder y os aseguro que la espera ( y aunque estuviera hasta arriba de gente ), mereció la pena.

 

 

En la foto de la izquierda, uno de los caminos que seguir durante el recorrido; en las fotos de la derecha, cascadas y lagos que nos encontramos en el parque.

Con las entradas, nos dieron un plano del parque con el recorrido marcado con números, para poder seguirlo ( es el plano que os he puesto al inicio del post ) y nosotros os vamos a enseñar esa ruta del agua, en la que disfrutamos del río Piedra, de sus grutas y sobre todo de sus cascadas, a traves de nuestras fotos.

 

A los pocos metros de entrar ya todo nos llama la atención, el Baño de Diana, que es una de las cascadas que más le gustó a nuestra peque ( es la foto que aparece en la portada ), a todos nos gustó mucho la Cueva del Artista y la cascada de la Caprichosa ( foto de arriba ), pero a mi, especialmente me encantó la cascada de la Trinidad.

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Cascada de la Trinidad

Recorrida ya la mitad de la ruta, quisimos entrar en la Gruta Iris y aquí tuvimos que esperar otro buen rato para poder acceder; esto fue lo que más le costó a los peques ( bueno y a los no tan peques también ), estuvimos en la cola casi una hora, aunque he de decir, que para mi, la espera en esta ocasión, también merecería la pena.

 

 

En el recorrido que hacía la fila para entrar, aprovechamos los rincones que nos íbamos encontrando para entretenernos; como unas ruinas en lo alto del mirador ( en la imagen de la izquierda ) y simples bancos ( en las fotos de la derecha ), que con un poquito de imaginación, bueno o con mucha, se convierten en un castillo en el que jugar.

 

El la imagen de arriba a la derecha está el cartel con la información de cuando se descubrió la gruta, en la foto de abajo a la izquierda tenemos el interior de la gruta y en la foto de la derecha está la increíble vista de la cascada desde dentro.

El interior de la gruta era increíble, pasadizos, lugares desde los que ver la cascada bajando hasta llegar al río y al final del camino una impresionante zona detrás de la cascada, en la que las fotos no pueden hacer justicia a la sensación de poder observarla desde el lado interior; eso sí, cuidado al adentrarse hasta el fondo de la gruta, ya que cae agua por muchas zonas y el suelo resbala bastante.

 

Al terminar, fuimos a ver la cascada desde fuera ( en la foto de la izquierda ) y seguimos el curso del río ( las dos imágenes de la derecha ) hasta la zona de las Pesqueras para ver el precioso Lago del Espejo; una vez visto, nos dirigimos al área de descanso para comprar algo de beber y para que los peques se pudieran divertir un ratito en los columpios ( aquí es donde se encuentra el quiosco para tomar algo y el otro parque infantil que os comentaba antes ).

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Lago del Espejo y Peñón del Diablo

 

Cuando quisimos mirar el reloj, eran más de las 19:30 horas, a las 20:00 cierran el parque y todavía nos faltaba por ver el Monasterio Cisterciense, así que nos fuimos hacia la entrada y nos dirigimos al Monasterio para ver si nos daba tiempo a verlo.

 

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Fuente del Señor

 

 

Monasterio Cisterciense s.XIII

Llegamos muy, muy apurados para poder entrar a visitar este Monasterio, por lo cual, lo vimos de prisa y corriendo; aunque nos hubiera gustado hacer la visita con más calma, puesto que tiene cosas muy interesantes, pudimos ver lo imprescindible.

 

Nada más entrar, ya impresionan sus pasillos, sus preciosas salas y su bonito jardín que podemos ver en las imágenes duperiores. Lo primero que hicimos fue visitar la exposición de la historia del chocolate, que para todos aquellos, como yo, que os fascine el chocolate, no os lo podéis perder.

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Exposición de la historia del chocolate

 

Desde aquí fuimos a ver toda la exposición de carruajes antiguos que tienen en uno de los largos pasillos del Monasterio; hay algunos que son preciosos y otros que nos llamaron mucho la atención por su tamaño ( las dos imágenes de abajo son de los carruajes que vimos en dicha exposición ).

 

El último lugar que nos dió tiempo a visitar, fue el Museo del vino D.O Calatayud, un museo muy entretenido en el que encontramos un montón de información sobre la recolección de la uva y sobre los elementos necesarios para la elaboración del vino ( en las fotos inferiores, hay varios accesorios con los que se elaboraba el vino ).

La única pega, es que no pudimos terminarlo de ver entero, habiamos llegado muy tarde y era la hora del cierre… Así que corrimos un poco por las diferentes salas del proceso del vino, que se mostraba en imágenes ( en las fotografías inferiores ) y nos dirigimos hacia la salida.

Antes de salir, pasamos por una tienda de regalos maravillosa, en la que compramos nuestro vasito de recuerdo correspondiente; pero no sólo tienen los souvenirs​ típicos para llevaros a casa, tienen un montón de productos naturales y artesanales ( como un varios tipos de chocolate, totalmente natural, haciendo honor a la exposición que habíamos visitado anteriormente ) que nos encantaron.

Durante todo el recorrido, nuestra pequeña exploradora fue tocando el agua de todas las cascadas y pequeños arroyos que nos encontramos a nuestro paso, desde que era un bebé le encanta el agua y a cualquier sitio al que vayamos en el que haya agua, ella tienen que meter la mano y si puede bañarse, pues mejor todavía.

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Paula observando un pequeño arroyo

 

Desde allí, volvimos al coche y regresamos a casa, quedándonos atascados en un pueblecito, puesto que habían cortado temporalmente el centro de dicho pueblo, para que pasara una procesión; decidido, fue el día de las esperas, aunque nos lo pasamos en grande. Hasta la próxima aventura…

✏ Recordar que todas las fotos están descritas de manera detallada para convertir nuestros post en artículos accesibles para personas con discapacidad visual usando descripciones que se pueden leer a través de lectores de pantallas 😉.
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18 comentarios en “El Monasterio de Piedra con niños

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